Es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva en el cual se coloca una cámara con iluminación propia que tiene forma de tubo. Esto permite ver al cirujano por dentro del hombro sin la necesidad de hacer grandes heridas de piel y planos musculares.
Figura: óptica del artroscopio
Habitualmente se utilizan pequeñas incisiones de piel (menores a 1 cm de longitud) habitualmente entre 3 o 4. Una vez identificada la lesión se la repara con instrumental artroscópico. La ubicación de las heridas está en relación con la zona a reparar. La anestesia en general que utilizamos en regional (solo se anestesia la región) el paciente puede estar despierto durante el procedimiento o bien sedado.
¿Porque se realiza el procedimiento?
Habitualmente se utiliza esta técnica en gran variedad de patologías ya que permite ver en forma amplificada las lesiones, afecta menos los planos musculares y piel y permite hacer diagnostico de lesiones asociadas que pueden ser no detectadas en las resonancias y otros estudios
Figura: lesiones de SLAP III derecha y SLAP IV izquierda
Rehabilitación:
Habitualmente utilizamos 1 mes de inmovilización del hombro con un cabestrillo aunque el tiempo es variable de acuerdo tipo de lesión. Por ejemplo para capsulitis y algunas lesiones parciales del manguito rotador pueden comenzar en los primeros días a mover el hombro. En todos los casos comenzamos desde el primer día con ejercicios de codo y mano. Luego del tiempo de inmovilización se empiezan con ejercicios llamados pendulares y pasivos con algunos ejercicios activos asistidos por el otro miembro o kinesiólogo. Por lo general se otorga el alta entre los 4 a 6 meses pero esto varía de acuerdo a la gravedad y al tipo de cada lesión.